Las grandes mentes del realismo cristiano

Santo Tomás de Aquino

El Doctor Angélico, el teólogo por antonomasia. Santo extraordinario. Intelectual extraordinario. En sus profusos escritos y razonamientos encontramos aún hoy respuestas para todo tipo de desafíos doctrinales. Incomparable filósofo y teólogo, el máximo representante de la Escolástica medieval, halló en Aristóteles un aliado maravilloso para desarrollar su trabajo en torno a una auténtica filosofía cristiana y perenne.

Santa Teresa de Jesús

Doctora de la Iglesia y mística, Santa Teresa es aquella que nos dijo “nada te turbe, nada te espante (…) quien a Dios tiene nada le falta, Dios solo basta” y “humildad es andar en verdad”. De sus escritos hemos recibido magistrales lecciones sobre el tesoro de la oración, el más auténtico camino para discernir entre lo verdadero que conduce a Dios y las falsedad con que nos engaña el mundo.

Cardenal John Henry Newman

El converso inglés había sido ya ordenado sacerdote anglicano cuando fundó el Movimiento de Oxford, cuyo propósito era restaurar la tradición de la iglesia anglicana. Este camino lo llevó a él, y luego a muchos otros -entre ellos, Chesterton- a descubrir la fe católica. Fue ordenado sacerdote católico en 1847 y nombrado cardenal en 1879. Dedicó su trabajo intelectual a la defensa de la Iglesia y a resolver las brechas entre educación, cultura y fe cristiana. Beatificado en el año 2010.

G.K. Chesterton

Converso inglés de personalidad magnánima e inteligencia prodigiosa. Sus escritos, de todo tipo de género -narrativos, poéticos, ensayísticos- han causado y siguen causando conversiones en quienes, como él, tienen sed de verdad. Abordó prácticamente todos los temas, habló con agudeza de todas las crisis morales y culturales que ya se veían a principios del siglo XX. Sus comentarios sobre las sociedades modernas tienen una vigencia casi profética en nuestros tiempos. Un personaje de asombrosa genialidad y enorme sentido del humor.

Joseph Ratzinger (Benedicto XVI)

Papa, y teólogo extraordinario, por muchos años fue Prefecto de la Confederación para la Doctrina de la Fe. Dilucidó con brillantez tanto los problemas teológicos de la segunda mitad del siglo XX, en donde irrumpió con fuerza lo que Pío X advirtió como “herejía modernista”, como los embates culturales y sociales contra la fe católica más recientes. Por su testimonio de fe y la claridad de su teología se le ha admirado como uno de los grandes referentes de la ortodoxia católica.

Karol Wojtyla (Juan Pablo II)

Papa, fue un hombre intelectual de extraordinaria personalidad, interesado hondamente por el arte y la cultura, la filosofía y la teología. Sumado al testimonio de su fidelidad a la vocación y a la Cruz, aportó un maravilloso magisterio sobre la belleza y el amor humano, y de sus catequesis en este respecto se ha desarrollado recientemente con mucha fuerza la teología del cuerpo, que ha arrojado grandes luces sobre la altísima dignidad del matrimonio y también sobre la maravilla de la Creación.

San Josemaría Escrivá

El santo de la vida ordinaria. Por una gracia muy especial, San Josemaría respondió desde muy joven a un llamado divino que le llevó a dedicar su extenuante labor sacerdotal a promover la santidad en medio del mundo, el llamado a la santidad para todos los cristianos, de modo muy especial a los laicos. Su apostolado fue una desconcertante novedad, a principios del siglo XX, y sus escritos y legado siguen dando grandes frutos entre aquellos que quieren santificar la vida ordinaria.

Josef Pieper

Filósofo alemán, realizó una obra extraordinaria en devolver la valiosísima calidad de la filosofía de Santo Tomás de Aquino a los conflictos del hombre moderno y sus tantas falacias intelectuales y culturales. Continuamente citado por Ratzinger, Pieper es un intelectual católico que nos demuestra con brillantez la maravilla del mundo en que vivimos y la capacidad que tiene el hombre de asomarse al esplendor de Dios con la sola fuerza de su razón.

C. S. Lewis

Converso inglés, apologista, intelectual y literato extraordinario, autor de las famosas Crónicas de Narnia, defensor brillante de la fe cristiana y de la auténtica cultura, que incluye el valor inmenso de la imaginación y los cuentos de hadas. Medievalista, crítico literario, filólogo, Lewis sigue siendo un camino para el descubrimiento de la fe para muchos hombres modernos con la misma sed de verdad que llevó a este hombre a la conversión. Amigo personal de Tolkien, testigo también del valor del apostolado de la amistad.

J.R.R. Tolkien

El famoso escritor y académico católico radicado en Oxford, autor de El Hobbit y El Señor de los Anillos, filólogo, nos lega con su trabajo, sea literario o académico, un principio fundamental del realismo cristiano: el verdadero sentido y valor de la imaginación, el sentido del mito como camino hacia la realidad, el contraste entre un arte, una fantasía que revela lo trascendente y una industria artificiosa que desnaturaliza la Creación.

John Senior

Académico converso a la fe católica, desarrolló junto a dos compañeros profesores en la Universidad de Kansas, EEUU, un programa de humanidades que condujo, en el plazo de 10 años, a la conversión de 200 estudiantes a la fe católica, a la vida sacerdotal y religiosa. El secreto de su programa fue precisamente el realismo cristiano: buenos libros, experiencias de vida rural, desintoxicación de la vida moderna. Autor de las obras La muerte de la cultura cristiana y La restauración de la vida cristiana. Aunque menos conocido que los anteriores, Senior es modelo fundamental para el espíritu de esta iniciativa.

Otras figuras relevantes

Charlotte Mason * Marshall McLuhan * Pío X * Christopher West * San Juan de la Cruz * Alfonso López Quintás, Pbro. * Anthony Esolen * Matt Fradd * Steven Rummelsburg * Pío XII * Cardenal Robert Sarah * Jonathan Pageau * León XIII * Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) * Jean Guitton * Marc Barnes * Roberto Helguera * Javier Olivera Ravasi, Pbro. * Brian Holdsworth * Fr. Mark Goring * Fr. Gregory Pine * Matthieu Pageau * San Máximo el Confesor * Luisa Picarreta * Pbro. Mateo Crawley *